Rock sin prisas, podriamos llamar al estilo que se marca esta banda madrileña. Cuatro temas para demostrar que cuidan hasta el ultimo detalle de su sonido, al tiempo que ofrecen una presentacion grafica envidiable, a la que solamente se le puede reprochar la pequeñez de las letras de un libreto escueto. Por otro lado, como la mayoria de los CD. Sin embargo, el diseño grafico general, la imagen de la banda y en general todo el producto VINTAGE ofrece una calidad poco habitual por estos lares. Ademas, acompaña al CD un DVD con material grafico del grupo y el videoclip del tema que da titulo al EP. Si empezamos hablando de estetica es porque nos ha llamado la atencion incluso antes de abrir este EP, pero es verdad que una vez puesto en el reproductor, la sensacion principal es que sabe a poco: cuatro temas solamente pueden servir de aperitivo. Abren fuego con Musueño, neologismo a partir de musica y sueño, guitarrera y pegadiza a partes iguales, que sienta bases de identidad: elegancia, sonido impecable y bases rock mezcladas con el gusto por la melodia y la amplitud de recursos. Sigue pronto, aterciopelado tema con un principio que nos situa en una dimension rockera cercana a la balada, pero que se va creciendo hacia terrenos mas hardrockeros, donde las guitarras cobran mayor protagonismo. La balada de verdad se llama Mar y arena, con un principio muy ZEPPELIN y una voz que una vez mas se introduce a saquear lo mejor del territorio pop para atraerlo al universo rockero. Cierran con Despacio, el tema mas elaborado del disco, el mas complejo, donde sonidos casi setenteros se mezclan con otras influencias que llegan hasta el rock de los noventa. Las guitarras primeras suenan de nuevo zeppelianas, con un riff que es de lo mejor del trabajo desde mi punto de vista. Aun asi, los seis minutos del corte les dan la oportunidad de desplegar buena parte de sus conocimientos tecnicos y estilisticos. El CD esta producido por Jorge Escobedo, produccion muy acertada, pues suma un sonido exquisito a unos arreglos totalmente acertados. Producto sin duda minoritario, pues cabalga entre varios mundos, del rock al pop, incluso a veces al intimismo del cantautor. Eso si, minoritario no deberia querer decir marginal.

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