NIKKI HILL

Nikki Hill está de gira por España para presentar su disco “Here is Nikki Hill”, su primer trabajo de larga duración, un cd de 10 canciones. En 10 días visita 11 ciudades españolas. Y resulta que la mujer cuelga el cartel de “Entradas agotadas”. Pero, ¿quién es Nikki Hill? ¿Por qué tanta expectación?

Es lógico que no se hubiera oído hablar apenas de ella antes, porque no tenía casi nada publicado. Pero lo cierto es que se ha corrido la voz y todo el mundo está atento a su llegada. Dicen que en directo es difícil de olvidar. Y tienen razón.

El concierto comenzó con sus tres acompañantes masculinos (guitarra, bajo y batería) que tocaron un par de temas. Luego apareció ella y todo cambió. El grupo pasó de ser uno más a ser algo especial. Hill tiene presencia y carisma sobre el escenario y, sobre todo, una voz increíble. Sus influencias son muy amplias, incluyendo como es lógico el rhythm and blues, el góspel y el soul, aunque su estilo se acerca perfectamente a los gustos contemporáneos. Eso lleva a pensar en gente como Amy Winehouse. Al principio me pareció excesivo y bastante forzada esta comparación, que tendría que ver más con el marketing de promoción que con otra cosa, pero luego encontré algunas coincidencias curiosas: tatuajes (Hill en el brazo izquierdo), moño imposible (Nikki sujeta el voluminoso pelo con un pañuelo) y hasta un poco de la pintura de los ojos; pero sobre todo una gran voz llena de registros, la reivindicación del soul y, para rematar, que ellas son autoras de muchas de sus canciones.

Y así fue el concierto dando un repaso al disco y metiendo unas cuantas versiones, algunas de pioneros del rock, como Chuck Berry (donde su marido, el guitarrista, se atrevió con el paso del pato) o de Little Richard que a mí me pareció que encajaba como anillo al dedo en su forma de cantar. Tengo la impresión que los gustos de su marido Mat Hill son más eléctricos, más en la onda del blues, que los de ella. De cualquier manera, de lo que no tengo duda es que sobre el escenario son una muy buena pareja que se compenetran a la perfección, con ganas de ofrecer lo mejor de sí mismos y de que el público disfrute de la fiesta.

Fue un buen concierto, que mejoró a medida que avanzaba la noche. Siempre sonriente y bailona, ella, Nikki Hill, nos trajo el sonido del rock y del soul más primitivo y brioso, y nosotros no olvidaremos su nombre.