ENTREVISTA A ISMA ROMERO

Tras formar siendo muy joven el grupo Piso 16, continuó adelante en solitario como Romero. Candy Caramelo se fijó en él y apostó por su proyecto que ahora se ha transformado en el lanzamiento de tres canciones como adelanto de lo que será su primer disco como Isma Romero. Con veintiún años lo tiene claro, vive y siente el rock y quiere hacer de este su forma de vida.

¿Desde cuándo te viene el interés por el rock?

Empecé a tocar con diez años. Mis padres me compraron una guitarra española porque la pedí yo. Estuvo por mi habitación dos años y la tocaba de vez en cuando y aunque estuviera desafinada a mí me sonaba todo bien (risas). Después me dio por tocar temas de los que escuchaba mi padre en cintas, Queen, Status Quo, Dires Straits… y me entró el gusanillo de aprender a tocarla bien. Empezaba a soñar con tener una banda de rock, pero en el pueblo donde vivía (Benetússer, Valencia) no había gente que quisiera dedicarse a esto del rock, así que tuve que formar una banda buscando músicos fuera de allí.

A base de buscar por los locales de ensayo, formé Piso 16, que tuvo muchos músicos, al menos cinco formaciones. La gente lo dejaba no por tener “malos rollos” sino porque no querían hacer del rock su forma de vida. Teníamos muchos temas propios y hacíamos temas de Los Rodríguez y Tequila, siempre hemos hecho una música similar a la de ellos.

Yo tenía claro que quería seguir en esto, así que me vine a vivir a Madrid. Y fue un poco el comienzo de todo esto. De todas formas nunca estuve muy adaptado a nivel social en cuanto a la vida en el Instituto. Me aislaba en mi mundo, componiendo y tocando.

Como llevas todo esto de las entrevistas, sesiones de fotos, videos…

Me gusta. Hay gente que lo ve como la cara B del rock. Es parte de todo esto. Y esos momentos te lo tomas de cualquier forma. Aprendes, conoces gentes, coges ideas. Con Piso 16 grabé uno y como Isma Romero otro. Es parte de lo que vas a ofrecer a la gente y vas a convencerles. Es tu identidad, lo considero casi tan importante como hacer un directo.

A mí siempre me ha parecido fundamental dar buena imagen en el escenario, lo considero un plus a la música que en muchos diferencia a un grupo sobre otro que hace algo similar.

Y a mí también. Aunque yo siempre visto igual. No me disfrazo de Batman por las noches (risas). Me gusta vestir así tanto en el escenario como fuera de él. La gente va a pagar por verte y está eligiendo este espectáculo sobre otro mil que hay, así que hay que dar el máximo en todos los aspectos.

¿Qué guitarras sueles utilizar?

Utilizo una que me regalaron mis padres, mi primera guitarra eléctrica buena, una Telecaster mejicana. Es de un color marrón pálido, similar a una que precisamente tiene Ariel. Quizás sea por eso de que cuando empiezas siempre te compras la guitarra de tu ídolo, aunque la suya es algo más “vintage”.

En el último video utilizo dos guitarras. Una Telecaster americana con bisgby, que es de Candy, no la utilizo en los conciertos. Y una Eastwood verde, de caja, imitación a las de los años cincuenta.

Y luego siempre que puedo y me la deja, utilizo la de Diego García (El Twanguero), Telecaster custom americana. Cuando suena esa guitarra, crujen las cervezas (risas). Es mi favorita.

En acústico toco una Simon & Patrick, de unos lutieres canadienses que me deja Candy. Estoy en proceso de ahorro para comprarme una Gibson (risas). Me encanta la guitarra y tengo la suerte de que me la deja. Eso sí, la cuido mejor que si fuese mía, con sus visitas al lutier y todo (risas).

Y en la soledad del local, fuera de tus composiciones ¿Qué tipo de temas distintos te gusta tocar, así a modo de improvisación o disfrute?

Suelo tocar blues, swing, rock and roll. Cosas instrumentales, me siento muy guitarrista, me gusta mucho hacer solos con la guitarra. Al día me paso al menos seis horas tocando, entre las clases que imparto y los ensayos, me tiro todo el día con la guitarra. Y llevo así unos cuántos años. También me gusta el piano, lo toco, aunque no soy pianista.

Has coincidido en el escenario entre otros con Ariel Rot y otros artistas consagrados ¿Cómo vives el trato entre artistas entre camerinos?

Depende  de la confianza que tengas con ellos y sobre todo si los conoces anteriormente de algo. Hay de todo, gente que ni te habla. Aunque con casi todos los que he coincidido les conocía de antes. Aunque tengamos camerinos separados convives toda la noche con ellos. En el caso concreto de Ariel conocía a los músicos con los que colabora habitualmente y esa noche conocí a su road manager (Bólido). Esa noche fue la primera que le vi en persona pero ya tenía referencias mías. Estuvimos hablando un rato y me felicitó por el bolo, cosa que personalmente agradezco bastante. Fue en una explanada en Quart de Poblet en Valencia, en verano, toqué como Isma Romero pero con los músicos de Piso 16, nuestro último bolo juntos.

El próximo concierto en Madrid, en la sala El Sol ¿va a ser eléctrico o acústico?

Va a ser eléctrico y con una super banda. Candy Caramelo al bajo, José Bruno “El Niño” a la batería y Ángel Vela (Perros del Boogie) que era guitarrista de Piso 16 y con el que llevo junto toda la vida. Presentaremos el nuevo disco al completo y algún tema más. Las entradas se ponen a la venta esta semana y tenemos muchas expectativas.

Ya estuvimos anteriormente en la sala Lemon con Sotos (guitarrista con Jaime Urrutia) y tres veces en la sala Costello con lleno absoluto, así que nos hemos decidido a ir a otra sala algo más grande. Esto es como la vida, hay que ir subiendo poco a poco escalones y creo que ha llegado el momento de “jugársela”.

Ángel Vela entró en los Perros tras la marcha de los hermanos Tormo…

Si, por cierto Ovidi Tormo fue profesor mío de guitarra. Les puedes considerar primos. Mantenemos mucho contacto. Vamos a coincidir en el día del rock en la radio. Que por cierto abro yo a las diez de la mañana con entrevista y acústico.

¿Y qué prefieres acústico o eléctrico?

Prefiero tocar con la banda, aunque también depende de las circunstancias. A veces tocando en festivales media hora justa no vale la pena llevar a toda la banda. Es muy incómodo llevar y montar todo para tan poco tiempo. En las ciudades principales queremos llevar a toda la banda en formato eléctrico.

El otro día en El Búho Real presenté mis nuevos temas en acústico y teniendo en cuenta que tuve que “luchar” contra el partido Atlético Barcelona no estuvo mal de público y quedé bastante contento. Para mí fue un éxito.

¿Vas a sacar el disco pronto?

Por ahora lo que se ha hecho es una promoción sobre el futuro disco. Ya está grabado, ha sido producido por Candy Caramelo y saldrá después del verano con el título Antes de que esté prohibido. Como todo esto de la música ha cambiado, la idea es sacar un single con dos temas para presentar el proyecto y calentar el ambiente. Gotas suicidas por duplicado (una versión con Rubén del Pozo) y Nueve años más.

¿Cuántos temas tienes escritos y sobre que van las letras?

Pues empezando por las letras, parte sobre mi vida y experiencias y parte sobre lo que veo alrededor. Hablo de dentro hacia afuera, con muchas metáforas sobre como observo y pienso sobre muchas cosas. Actualmente tengo cuarenta y dos temas nuevos. Así que tengo para un segundo y tercer disco.

Los temas grabados definen mi estado actual, desde el punto de vista de un chaval que soy (risas) como he vivido la vida hasta ahora y de todo lo que me ha ido pasando. Que hay que saber perder para saber ganar, que lo importante es hacer canciones y emocionar a la gente.

¿Y con lo difícil que es todo ahora, no te han dado ganas a veces de dejarlo todo y volver a una vida “normal”?

Si, ya lo sé, estoy loco (risas). Hay momentos en lo que todo va muy lento. De hecho tengo un tema que se llama Tarda. Y hablo de eso, de que todo tarda, tardan las respuestas en ser lo que esperamos. Siempre es así, en la vida también, pero al final la mejor virtud es la paciencia, y la voy adquiriendo poco a poco. Así que hay que tirar para adelante y como lo que más me emociona es hacer esto, aquí estoy.

Me vine a Madrid con 19 años y dinero para pagar un mes de alquiler. Estuve en casa de Diego García y en esas circunstancias te tienes que espabilar y ser inteligente. Así que a moverme dando clases de guitarra, tocando en jam sessions y en definitiva estando activo y con ilusión.

Al final el camino es la recompensa.

A pesar de su juventud Isma Romero lo tiene muy claro. Rebosa energía e interés por el Rock, se nota que lo vive. Tal como está el panorama musical, es extraño que todavía quede gente que no solamente piense en tener un grupo, sino que piense en hacer de esto su forma de vida. Sostenidos no sé si toca, pero bemoles desde luego si que tiene. Te deseamos toda la suerte del mundo desde Solo-Rock.