La noche del pasado martes se presentaba cuanto menos curiosa. Acudimos a La Riviera a ver a a la estadounidense Katie Melua, en un formato íntimo. para ello la sala presentaba un montaje poco habitual en sus conciertos, sillas y aforo reducido. Y la verdad que era la forma perfecta de ver y escuchar lo que Katie Melua nos iba a presentar.

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Así que no engañó a nadie, pues su bonita y aterciopelada voz, destacó en todo momento sobre cualquier instrumento. Sobre cualquier nota. De eso se trataba, para eso pagó la gente. Más de uno/a se emocionó, fue capaz de remover los sentimientos de los asistentes.

Comenzó con una brutal Diamonds are forever, para dejarnos perlas del calibre de In my secret life de L.Cohen o Bridge overTroubled water de Simon & Garfunkel. Chase me, The flood y Nine million bicycles destacaron entre el resto, para terminar con la gran Kozmic blues de Janis Joplin. Demostró una gran capacidad para alternar temas suyos, con versiones muy conocidas. Le acompañaba una banda compuesta de teclados, bajo y batería. Siempre a la sombra de la cantante, pero demostrando su presencia en momentos puntuales y necesarios.

Una noche «bonita», donde disfrutamos cómo locos de esta privilegiada de la voz.

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