Chuck Prophet había agotado las entradas desde hace días, así que era patente que había mucha expectación por verle en directo. Chuck es un veterano de Green on Red, lo que en su día se llamó nuevo rock americano. Él ha continuado en solitario, sacando estupendos discos y reivindicando aquel estilo de música de los años 80. Poco a poco ha encontrado su hueco en la escena del rock, pero apartado de las grandes estrellas.

En esta ocasión traía su último trabajo, “Night Surfer”, para presentarlo al público. Le acompaña su banda bautizada como The Mission Express, guitarra, bajo y batería. Buen nombre para una banda, aunque proceda de una línea de autobús. Todos ellos muy buenos músicos, muy pendientes de Chuck en todo momento. Él por su parte canta y no suelta la guitarra, y también se apoyaba en un segundo micrófono para lograr ecos. Su forma de cantar es muy personal, muy sincera, en muchos casos casi una forma de recitar las melodías.

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Aprovechando la ocasión de la gira, se vino de telonero Jonah Tolchin, que también presentó algunas canciones de su segundo LP “Clover Lane”. Armado únicamente con su guitarra acústica, Jonah dejó claro que sus canciones tienen buenas historias para escuchar y son motivo suficiente para seguirle la pista. Después de su breve actuación, se incorporó de nuevo a la banda de Chuck en el turno de bises.

Chuck Prophet demostró que domina muy bien los tiempos durante el concierto. Por un lado, tiene un repertorio sobrado de canciones, pero es que además hace participar al público, y logra una actuación sin altibajos, de gran emoción y derrochando simpatía. El sonido de la actuación fue de guitarras potentes, muy bien sincronizadas, para llenar la sala de sonidos de rock, garaje, psicodelia o surf. Chuck en muchas ocasiones pidió que el público corease algunos temas, que es sin duda una buena forma de conseguir colaboración, logrando así que la noche resulte especial.

Canciones nuevas, canciones viejas y algunas versiones. “Whish me luck” resultó una maravilla, entrañable “White nigth, big city”, muy buena “Castro Hallowen” y así hasta el final. También dejó caer unas cuantas versiones, y es que Chuck, también aprecia las canciones de otros, las lleva a su terreno y las canta como si fuesen suyas. La primera fue “R&R heart” con la que abrió el concierto, y se dejó una estupenda versión para su primer bis, la de “Shake some action”, que fue muy aplaudida.

Ahí tenemos al bueno de Chuck Prophet, ilusionado y creativo, instalado en su madurez profesional, que ofreció un concierto que no pueden dar todos, contando con la cercanía del público en una sala abarrotada y entregada al músico.

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