INFERNO – Arrodíllate

En todas las partes del globo ha de haber gente que intenta plantar su semilla, aunque sea en los terrenos más inhóspitos, y se me hace que esta banda, Inferno, es, de partida, una de las bandas que peores condiciones iniciales se ha encontrado: nada menos que en Ceuta, paradigma de la mentalidad progresista y de la facilidad de comunicación física con el grueso de la hispanoparlancia, están afincados estos músicos que intentan lanzar un producto de thrash metal (nada menos tampoco) calificable de cualquier cosa menos de norteafricano. Y yo que pensaba que por allí nadie que no hiciera fusión andalusí se atrevía a nada… bueno, pues me alegro de que no sea así.

Este mini LP compuesto de seis temas más bien cortos pretende ser una muestra de lo que este quinteto es capaz de hacer: buenos ritmos de la batería de Miguel Osuna, seguramente lo mejor del conjunto, demasiado rápido a veces, y una voz más cercana al hardcore que al metal, sobre todo si tenemos en cuenta las letras cargadas de rabia que grita más que canta José Manuel León.

Rellenan el sonido de la banda las guitarras de Antonio González (evidentemente no es el Pescaílla, nada más lejos) y Joaquín Bravo, y el bajo de Carlos Bermejo, técnicamente correctos, pero a los que falta pegada, por así decirlo, diría que por culpa de una muy mejorable postproducción: el sonido global es en general poco brillante, sordo, recuerda aquel aluvión de bandas de thrash de los 90, nacionales (100 Slain, Doomsday) o internacionales (Grinder) que te hacían retorcer el morro un tanto… De primeras, ya hay algo que no te acaba de gustar aunque no sepas identificarlo claramente. No obstante, los temas no están mal, incluso hay un par francamente buenos (Metrópolis de Babel y Asalto, grande), y el paquete entero mejora con una segunda o tercera escucha. El disco se puede escuchar y comprar en la web del grupo.