El concierto de Peaches fue bastante diferente a los que suelen ofrecer otros grupos de música. Además, Peaches en esta ocasión no trajo banda y lo formaba una sola persona, Merrill Beth Nisker, que es la que canta, mientras el resto de la música ya está grabada. Con ella actuaron otros dos bailarines que se encargaron de unas cuantas perfomances muy sexuales, no de bailes de acompañamiento al uso.

A Peaches la suelen clasificar en el electroclash, aunque su carrera se descuelga de todo tipo de etiquetas. Lo que sí mantiene intacta es una rebeldía contra las convenciones, y en sus canciones abundan toda clase de referencias sexuales y de género, bastante explícito, por cierto. Lo de las ambigüedades, el buen gusto y la censura no va con ella; la provocación, la diversión y la ruptura de estereotipos sí.

Apareció cubierta de una especie de traje completo rosa de pelo o plumas y en la cabeza llevaba un gorro con forma de vagina. Más tarde se quitaría este abrigo y dejaría al descubierto ropa interior con múltiples pechos adosados. Durante el concierto, apenas descansó. En un par de ocasiones se dirigió al público y para no equivocarse y hacerse entender leyó directamente un texto en español y otra vez a cantar con un espíritu de indisciplina y desafío nada frecuente. Fue capaz de pasear entre el público sobre las manos de los asistentes, pero es que en otra ocasión se infló una especie de polla gigante de plástico donde ella se metió y volvió a caminar sobre las cabezas de la gente. El resto de la escenografía no se quedó atrás, y acompañó a Peaches con vestuarios de pollas, vaginas y sado. Se trataba de derribar prejuicios sociales y liberar los instintos con la música y el baile, a base de ritmos tecno muy repetitivos.

Este año ya había estado en varios festivales por España, pero con este concierto despedía una gira de casi dos años por Europa y norte de África, donde había estado presentando su último disco, “Rub”, de 2015. Así que la mayoría de los temas que sonaron en el concierto fueron de ahí. Se podría pensar que esta gira es una proclamación de la liberación sexual sin complejos, como un manifiesto.

Extraña, excesiva, contundente, no creo que dejara indiferente a nadie.

Podéis ver las fotografías del concierto en el siguiente video de nuestro canal de Youtube:

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