FIB 2017

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Una edición con altibajos

Veníamos del subidón que nos provocó la edición de 2016 y días antes de arrancar no sabíamos muy bien cómo íbamos a encajar la ruta para poder disfrutar del máximo de actuaciones. Una mezcla algo extraña entre grupos indies de culto de toda la vida, con propuestas más novedosas no aptas para buena parte de esos antiguos asistentes al festival que, como ley de vida, han ido dejando paso a una nueva generación menos encorsetada y mucho más dispuesta a disfrutar de todo tipo de propuestas. Es cierto que cuando cruzas con el coche bajo el puente sobre la N-340 frente al escenario Verde-Heineken-Maravillas-Las Palmas, olvidas todas tus dudas iniciales y te preparas para dejarte llevar durante cuatro noches, que siempre se encuentran entre las mejores del año.

JUEVES 13 JULIO

Nuestra ruta arrancó con BELAKO, que se habían ganado a pulso tocar en el escenario Las Palmas aun siendo tan temprano. Y no defraudaron en absoluto. Calentaron a los más tempraneros en asaltar el recinto, demostrando ser una de las bandas jóvenes de más futuro en el panorama nacional.

A continuación en el mismo escenario, turno para unas leyendas, presentes en la primera edición del festival, RIDE. La banda de Andy Bell y Mark Gardener, una vez superada la gira de reunión, venían con nuevo disco recién editado, ‘Weather Diaries’, que demuestra su vigencia actual. Un buen repertorio mezclando temas nuevos con clásicos, que supo a poco porque fue muy corto, pero que dejó un excelente sabor de boca. Oír “Vapour Trail” en directo siempre es una experiencia superlativa.

Nos movimos al VISA para picotear un rato a KALEO, que no sonaban mal, pero que nos resultaron demasiado asépticos, por lo que pronto retornamos al principal para ver a STORMZY. No siendo a priori algo que no motivara puesto que el Grime no está entre nuestros géneros favoritos, pero hay que reconocer que elevó la temperatura del público, sudó la camiseta (que no llevaba) y que logró una de las mejores respuestas del fin de semana en ese escenario. Mucho mérito el suyo.

Tras reponer fuerzas con el mítico bocata de jamón asado, nos encontramos con el mayor reclamo de la jornada, el mainstream R&B de THE WEEKND. Buen diseño de producción y exceso de vocoder, pero sin duda el público dictó sentencia en asistencia y respuesta, se ganó los galones de cabeza de cartel. Hubo momentos aburridos, pero lo cierto es que supo mantener el interés incluso en gente como nosotros, muy lejos del perfil milenial que caracteriza a sus seguidores. Notable.

Sin embargo nuestro particular cabeza de cartel era THE JESUS & MARY CHAIN, el grupo de los hermanos Reid que también habían facturado un gran disco de regreso a la actualidad, ‘Damage and Joy’. Y basando su concierto en él, pero soltando perlas atemporales: “April Skies”, “Head On”, “Just Like Honey”, “Some Candy Talking”… lograron crear un muro de sonido que nos supo a manjar de dioses. Así fuimos tras ellos a dejar fluir con BONOBO para poner carpetazo a una primera jornada ilusionante.

VIERNES 14 JULIO

La segunda jornada tenía esa extraña tricabecera (Planetas, Foals, Deadmau5) como reclamo ante el público. La sensación de que faltó algo que rematara esa jornada no sólo quedó como algo apriorístico, sino también como balance final al regresar a nuestras tiendas de campaña.

BLOSSOMS fueron nuestro primer contacto con el recinto. Podemos entender la cierta repercusión que tienen en las islas británicas los de Manchester, pero sin aburrir, tampoco provocan un entusiasmo desbordante entre los habitantes de la península ibérica. Pasamos un rato con JOE CREPÚSCULO por ver si podía repetir la actuación de 2015, pero no se creó esa magia esperada.

LOS PLANETAS son el FIB y el FIB son LOS PLANETAS. Correcta presentación de ‘Zona temporalmente autónoma’, pero entre la corta duración de la actuación y que se recordaba mucho su anterior visita al festival, la cosa se quedó a medio camino de lo que esperábamos. También hay que reseñar que “Segundo premio” y “Santos que yo te pinté” volvieron a erizar nuestra piel una vez más.

FOALS sin embargo si dispusieron del tiempo y la actitud para ser catalogados como los cabezas indiscutibles de la noche. Aceptados como uno de los suyos por el público del festival, Yannis Philippakis y sus compañeros salieron a comerse el escenario, algo que ocurrió durante los primeros veinte minutos con “My Number” como punto álgido. Luego la cosa se fue diluyendo como un azucarillo, pero rematar con “Two Steps, Twice” siempre garantiza que te vayas con una sonrisa hacia otra zona del festival.

El resto de la noche apostamos por dos propuestas electrónicas. Primero la sesión de los hermanos Dewaele, 2MANYDJS, que nos recordó décadas pasadas en el festival, tan elegante y bien seleccionado como siempre, que nos dio paso al “garrafón” de DEADMAU5. Hemos de reconocer que a esas alturas del partido nos dejamos llevar y disfrutamos junto con los amigos de un cierre electrónico de los de toda la vida del FIB. Estamos seguros que en cualquier otro sitio nos hubiéramos marchado a los quince minutos. La magia de Benicàssim.

SÁBADO 15 JULIO

 

El día rockero era el mayor atractivo de esta edición para los abajo firmantes. Y lo cierto es que plantamos la tienda de campaña en el escenario Las Palmas de principio a fin. THE STRYPES pusieron el punto juvenil a la jornada, demostrando estar en crecimiento y siendo uno de los mejores grupos de su generación. Tras ellos, J Mascis y DINOSAUR JR. pusieron el muro de sonido de la tarde, aunque con ciertos problemas de sonido. Demasiado sol para su música. Estuvieron bien, pero no sobresalientes como en otras ediciones.

Uno de los primeros conciertos grandes en solitario de LIAM GALLAGHER iba a suceder en donde Oasis nunca terminaron de cuajar una actuación redonda siendo uno de los grupos más 100% espíritu FIB de su historia. Como su disco aún no había salido al mercado, lo que nos mostró provocó bastante indiferencia, prestando más atención a sus bermudas y chaqueta deportiva, con el tremendo calor que sufrimos. Las seis píldoras de Oasis fueron lo que salvó los muebles de una actuación justita. Eso si, por “Wonderwall” matamos.

El mayor nombre de todo el festival, RED HOT CHILI PEPPERS demostraron ser también el motivo de mayor venta de entradas de la edición. El escenario estaba a reventar para ver a Kieddis, Flea, Smith y Klinghoffer. A pesar de estar en segundo año de gira, siguen siendo un poderoso reclamo. Como esta edición del FIB, su concierto tuvo sus buenos momentos: “Around The World”, “Higher Ground”, “Californication” y “Under the Bridge” y momento mucho más tediosos con sus temas más recientes. Cumplieron aunque tampoco nos emocionaron.

Nos movimos un rato al FIB Club para ver a una de nuestras debilidades, NUDOZURDO, y demostraron haber retomado la senda correcta recuperando su sonido de toda la vida. Muy buena respuesta del público nacional. Y a pesar de estar saturados de BIFFY CLYRO (ya tocaron también en 2016 en el mismo escenario) decidimos volver a pasarnos para berrear algunos temas y dejarnos la poca voz que ya nos quedaba a esas alturas.

DOMINGO 16 JULIO

Para gente de nuestra edad (no nos la pregunten, por favor) el cuarto día de festival se empieza a hacer duro. Pero había que quemar las últimas energías porque habría que esperar otro año para pisar el recinto. DECLAN MCKENNA sirvió de aperitivo para lo que se acabó destapando como la actuación más refrescante de toda la edición 2017, la de DUA LIPA. Que nos maten si esta chica no va a ser una estrella de relumbrón en los próximos meses. Con su debut bien calentito (apenas un mes de vida) dejó detalles de clase que serán abrazados por gente de todo tipo de bagaje musical. Dentro del pop es una bocanada de aire fresco siempre necesaria y un tanto que su primera actuación en nuestro país se la haya apuntado el FIB.

Como Years & Years nos resultan muy cargantes, nos acercamos al VISA para comprobar si LOVE OF LESBIAN daban el concierto nacional más multitudinario y así fue. También es cierto que hace dos o tres discos que hemos desconectado de los de Santi Balmes, por lo que el repertorio no hizo que tengamos ganas de recuperar esa conexión, que apenas notamos con “Club de fans de John Boy”.

KASABIAN por el contrario, ofrecieron el concierto que llevan haciendo toda la vida (mítica aquella actuación en 2005) y que resulta incontestable en su estilo. Cabezas de cartel en UK y en España desde hace años, lograron hacer vibrar a todo el recinto con un repertorio muy bien seleccionado y en donde la mezcla entre pasado y presente sonó muy convincente. Después de ellos era difícil mantener el papel, y al menos CRYSTAL FIGHTERS no resultaron ridículos. No terminamos de entender su gran predicamento entre la muchachada, pero es cierto que no resultan sonrojantes.

Y aunque asomamos un poco la gaita para ver a TIGA por los viejos tiempos, nos dimos cuenta que esos tiempo estaban realmente lejanos, así que enfilamos la salida del recinto con las ganas de que 2017 tenga más chicha y más cosas de actualidad estilo Dua Lipa, que es en realidad el camino marcado en 2016 y que debería ser el futuro del festival. Brindamos por ello.

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