¿Y cómo cuento yo ahora el concierto de Pájaro? Si es que hay cosas que no se pueden contar. Hay que vivirlas. Hay que estar ahí, viendo ese arte y ese sentimiento que tienen Andrés y su banda, ese coraje y esa maestría que le echan cada vez que se suben a un escenario. Cómo suenan, cómo emocionan, cómo enamoran con su música. Música sin prejuicios y sin fronteras, música libre y espontánea, que te mece o que te agita pero siempre te sacude.

Su presencia en esta segunda velada dedicada a los sonidos americanos estaba más que justificada, pues por sus venas corren el rock y el blues, el country y el boogie, pero también el tango y la guaracha, la música italiana y el flamenco, la saeta y el pasodoble. América, tan grande, se les queda chica a la hora de buscar alimento musical. El mundo es su patria y la verdad su bandera. Porque todo lo que hacen suena sincero, visceral y sentido. Canciones que salen de dentro, de lo más hondo, del corazón y de las tripas.

Después de casi dos años presentando su soberbio segundo álbum, “He matado al Ángel”, van cerrando gira para preparar el siguiente disco y se despedían de Madrid, donde se les quiere con locura y se sienten como en casa, especialmente aquí en la sala El Sol, que es ya para tantos como un segundo hogar. La expectación de sus fieles era máxima y la respuesta de la banda estuvo – como nadie dudaba – a la altura de lo esperado, con una entrega absoluta desde el comienzo, y con esa complicidad y esa cercanía que hacen de Andrés un tipo tan entrañable, aparte de ser el enorme músico que es. Sus comentarios, sus guiños y su gracia son parte indisoluble de su personalidad y de su puesta en escena, que simplemente consiste en ser él mismo, en mostrarse como es.

 

Por cierto, ya conocíamos bien de anteriores visitas a esos otros grandes músicos que son Raúl, Pepe y Paco (y Ángel, enorme trompetista) pero la nueva incorporación a la batería, Antonio, resultó ser todo un descubrimiento. Buen fichaje para una banda arrolladora, con una solidez brutal, que pasa de los momentos más íntimos y susurrantes a las explosiones salvajes de ritmo y decibelios con esas guitarras atronando el alma.

 

 

Alternando melodías de sus dos álbumes y calmas con tempestades, alargando los temas y experimentando con ellos, nos dieron casi dos horas de felicidad que remataron con su particular lectura de “A galopar”, ese himno intergeneracional que han adoptado para incluirlo en su próximo trabajo. Un inmejorable final para una noche tan especial. Se nos va a hacer larga la espera hasta que tengan terminado ese disco, y hasta su próxima visita.

 

 

Setlist: Apocalipsis / Costa Ballena / Pudridero / Sagrario y Sacramento / Danza del Fuego / Guarda Che Luna / Viene Con Mei / Bajo el Sol de Medianoche / Perchè / Tres Pasos al Cielo / Luces Rojas / TLP / El Padrino // Palo Santo / Santa Leone / Dogo’s Walk / A Galopar

Podéis ver las fotografías del concierto en el siguiente vídeo de nuestro canal Youtube:

 

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