LOS PUNSETES «LPIV»

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Sala But, Madrid 23 octubre 2025
Texto y fotos: Javier Muñoz

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El concierto, anunciado como la puesta de larguísimo del LPIV de Los Punsetes, de cabo a rabo, acabó siendo, además de lo primero, la celebración por todo lo alto de sus canciones menos tocadas en directo y un recorrido por sus grandes éxitos. No podríamos jamás llamar canciones menores a estos temas menos conocidos, menos hits o menos coreadas, porque en el gran coro de nuestras cabezas siempre es un buen momento para que, por algún motivo u otro, aparezcan en nuestros pensamientos (al final del túnel resulta que hay otro túnel). Digámoslo alto: casi todas las canciones de Los Punsetes son muy importantes.

Pero antes de hablar de cosas más o menos importantes que sirven realmente para poco, merece más que un comentario el recorrido que realizaron Punsetes por su cuatro LP al completo, momentos estelares incluidos. Es de sobra conocida la pose de Ariadna, vocalista, durante todo el directo de la banda. Mientras ellos tocan, ella permanece en una extrema quietud, sin apenas pestañear ni comentar absolutamente nada entre canción y canción, en lo que parece un ejercicio de máxima abstracción y plenitud de comunicación con el público al mismo tiempo.

Por ser esta una ocasión especial tuvimos la oportunidad de ver tres outfits de Ariadna. Porque otro de los emblemas de Los Punsetes son los modelos que la propia cantante confecciona y luce. El primero fue una gran capa negra, con mucho vuelo, como no podía ser de otra manera. La banda, enlutada, tocó Amanece más temprano… (ya saben…no por mucho madrugar) …después vendría Bonzo, que se había escuchado muy pocas veces en directo, y tras ella el segundo modelazo, que parecía provenir de las antípodas – era una especie de kimono en fondo blanco con cuadrados de color rojo y franjas azules con algún detalle en amarillo: la sencillez hecha prenda-. De esa guisa estuvimos recordando el Me gusta que me pegues, una de las canciones más políticamente incorrectas jamás escritas en nuestra lengua.

Otra retirada y un nuevo atuendo: camisa blanca con chorreras, tirantes y falda negros…para el resto del show hasta el final del LPIV. Arsenal de excusas, Museo de Historia Natural y decenas de animales disecados en los potentes visuales: el tercer pilar básico de los director brutales de Los Punsetes…y sería bien interesante analizar todas esas imágenes y referencias visuales, verlas y analizarlas, vivir en ellas o tener todas esas imágenes como fondo de pantalla entre hora y hora de oficina.

Después llegaron Los últimos días de Sodoma, una canción nunca –o casi nunca- vista en directo, con una letra de las más potentes: “Esta ciudad se merece un digusto”. Opinión de mierda -con la que suelen abrir últimamente sus directos-, Falso documental –la realidad nunca es tan mala-, Tan lejos, tan cerca –claro homenaje a los ángeles de la peli del mismo título de Wim Wenders- y Vaya suerte que tengo –la de todos los asistentes al concierto- fueron las tres canciones que precedieron a Nit de l´alba, otra de las joyas que nos llevamos los asistentes. No la tocaban desde 2018 y solo se ha podido ver cinco veces en directo.

Tras una breve pausa y un último cambio de ropa: camisa rojo sangre para la segunda parte del show llegó un excelso repaso con grandes canciones que hace tiempo no se veían en acción sobre un escenario: Alferez provisional, Tráfico de órganos de iglesia, España corazones (temazo, queremos proponerlo como himno nacional), la gran Mabuse (dejo mis hijos a mi novia para que puedan poner discos), Un palacio con mis huesos o Idiota, todas ellas canciones que para desgracia de algunos no son de las más recurrentes -pero no tan escondidas como otras en la discografía de estos madrileños-.

Para la traca final nos esperaba lo que era de esperar: repaso de grandes éxitos con Dos policías, Tu puto grupo, Madrid me ataca (con imágenes de Qué he hecho yo para merecer esto como telón de fondo), ¡Viva!, Tus amigos, Maricas y Una persona sospechosa. Para aquellos momentos el pogo, la buena vibración y el entusiasmo era algo que inundaba la sala. Y aunque no son pocas las ocasiones en las que últimamente es posible disfrutar de un trabajo discográfico en vivo y al completo, orden de canciones tal cual aparecen en las caras A y B, por motivo de su X aniversario, nunca es mal momento para volver a este LPIV que me ha estado acompañando durante varias semanas.

A propósito de los 25 años del Ocho y medio -primero en la sala Flamingos, después en sus otras sedes- celebramos por todo lo alto un disco entero y además recordamos todo lo vivido en las calles, las salas y los bares. Por lo tanto, queda probado y comprobada la máxima vigencia del disco, del grupo y del público, de quienes nos dedicamos a vivir en la música y las canciones y de que el futuro sigue siendo el lugar en el que tenemos que poner el ojo para seguir vibrando con tantas y tantas canciones…Ya sea gracias a Los Punsetes o a quien quiera brindarnos su energía.

“Muchas gracias, Madrid, ¡qué valor!”, se despidieron Los Punsetes en la voz de Ariadna. Nosotros decimos que sí, que estamos de acuerdo en que cada vez hay que tener más valor para vivir en esta ciudad que nos ataca, nos devora y nos vomita… Pero que aquí seguimos y seguiremos.
 

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