MAYER HAWTHORNE – GUILLAMINO

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Soul de laboratorio para estar a la ultima

Todo quisqui habla de el. Quizas no pasa en tu trabajo, en tu mercado lo mismo ni le conocen, en la sala de espera de tu centro de salud favorito no te molestes en preguntar, pero los capturadores de tendencias lo tienen bien enfocado en su punto de mira. Espera un trimestre y veras. Mayer Hawthorne es un buen nombre pero no es el suyo, su gracia original es Andrew Cohen. Respondiendo asi una reputacion dentro del mundo del hiphop, rap y diyeismo como interprete y productor. El bueno de Andrew es un culo considerablemente inquieto, no se contenta con esa posicion exitosa y decide incurrir y explorar en ajenos terrenos dentro de la musica primero como broma privada. Al parecer la humorada tiene reconocimiento inmediato y acaba por crear una doble personalidad musical con nombre y apellidos, Mayer Hawthorne. No contento con ello, el nativo de Ann Arbor inicia bajo ese nombre una carrera discografica que ya ha dado como fruto varios discos de corta y larga duracion. A strange arrangement es el nombre de su primer trabajo, editado hace pocos meses y que esta presentando en esta primera gira iberica. El disco se acurruca en terrenos de soul sedoso, canciones para deslizarse entre sabanas de saten, en resumen, amigos, para amar. Marquen como referencias a Al Green, Curtis Mayfield, Al Green o Isaac Hayes, a bote pronto. La impostura musical no se queda en eso, el proyecto incluye la creacion de un personaje completo con una estetica definida, trajecito fifties, enormes gafas de pasta negra, pajarita, bufanda de cuadro ingles y una pinta de nerd como la copa de un pino. Bien, con este arsenal estetico se presento el pasado martes en Madrid, a las 11 de una noche triste y desapacible. Abrio la sesion Guillamino que intento, sin mucho exito, arrancar al publico presente a bailar. Sera que la nova musica en catala no cala por definicion en un publico tan ajeno a la cultura de tendencias como el madrileno por suerte, anado yo pero decir que su media hora paso desangelada seria ser generoso. En el peculiar escenario de la Sala de baile Charada se dispusieron Andrew, quiero decir, Mayer, junto a su banda de corazones solitarios, por supuesto multietnica, con bateria con bases programadas, organista y bajo de teces morenas. A pesar de lo completo del combo el sonido no paso de un aprobado ya que ni la sala jugaba a favor ni la banda parecia especialmente talentosa, eso si, todos iban considerablemente impecables. A Mayer le gusta mucho hablar entre canciones, suponemos que su faceta de versolari le pesa considerablemente, aunque, no crean, tampoco es que lo que conto nos abrio los ojos al mundo. No es una queja de abuelo, es que el ritmo y la intensidad de un concierto se ven de esta forma considerablemente resentidos. Pese a la falsedad en un sentido puro del producto, las canciones tienen gracia, estan bien facturadas y producidas y en directo funcionan, no habia mas que contemplar al variopinto publico la noche del martes para comprobarlo. Saltos, brazos en alto y hasta algun mechero encendido intolerable vimos cuando sonaban Just aint gonna work out o Maybe so maybe no. Vivimos tiempos extranos, como siempre, la fascinacion por lo retro esta llevando a las hordas de modernos a superar limites inusitados de gilipollez y borreguismo. El neosoul es la penultima tendencia y Mayer Hawthorne su nuevo juguete, al menos este cuenta con canciones bien hechas y un bonito lazo rosa. Solo hay que rascar un poco para ver el fingimiento, la impostura, la trampa, algo que a Mayer no le importa, es mas, seguro que le gusta.

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