EDGUY + MASTERPLAN

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Peligrosa languidez

Calor, muchísimo calor, es lo que sufrimos en la Sala Penélope desbordada ante un concierto que acabó con las entradas y que juntó en el escenario a dos de las bandas germanas máximas exponentes de la evolución del Power Metal hacia nuevos sonidos más acordes a los tiempos. Tanto Masterplan como Edguy son muy bien conocidos por el público español, con sólidas carreras a sus espaldas, algo más confusa en el caso de los primeros y mucho más asentada si hablamos de la banda de Tobbias Sammet. Por ello sorprendía desde el primer momento la elección de un aforo que indudablemente acabó quedando pequeño ante la enorme multitud de fans, muchos de ellos bastante jóvenes, aunque sin que faltaran los veteranos, que abarrotó desde el primer momento la sala madrileña.

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Masterplan nos visitaban después de varios cambios en su formación que prácticamente la hacen irreconocible de aquella que sorprendió hace ya casi diez años con un disco imprescindible en la historia del Power Metal melódico. Por supuesto la figura de Roland Grapow sigue siendo la máxima protagonista de la banda. Guitarrista genial, gran compositor y excelente productor, su personalidad ha marcado desde el primer momento la historia de Masterplan. Sigue siendo un excelente intérprete aunque no cabe duda de que el grupo no es lo mismo desde que las idas y venidas de Jorn Lande acabaron sumiéndoles en la irregularidad.

El sustituto de Lande, Rick Altzi, tiene una más que solvente carrera al frente de At Vance, aunque sus registros como vocalista están muy alejados de la capacidad de Lande. No solo en el apartado musical, sino también en el carisma que desprende “el ogro noruego” y del que Altzi está bastante lejano. Por el contrario, la suma de Jari Kainulainen, tras abandonar Stratovarius, les ha aportado una gran contundencia en la base rítmica. Jari, con un inmenso bajo de seis cuerdas, iba a ser uno de los mejores músicos que podríamos disfrutar en todo el concierto. Eso sí, a tenor de sus palabras en finés acerca de lo parecida que era la sala a una sauna de su país natal, su impresión de la actuación debió ser bastante diferente de la del público.

Comenzando con “Enlighten Me” y “Heroes”, de su primer disco, quedaba claro que iban a afrontar una actuación en la que no se buscaba la sorpresa sino más bien agradar a un público que, en todo momento, les arropó coreando sus canciones. No sería hasta mediado el concierto cuando atacarían “Keep Your Dream Alive”, melódica pieza de su último trabajo hasta la fecha. Con el público mucho más estático en seguida volverían a desgranar temas de su obra maestra de 2003 “Masterplan” y así “Crystal Night”, “Spirit Never Die”, muy celebrada por la abarrotada sala, “Soul Burn” y la festiva “Kind Hearted Light” iban a continuar trayendo al recuerdo a un disco que ya se ha convertido en imprescindible recuerdo. Finalmente, la actuación terminaba con la veloz “Crawling from Hell”, también de su álbum homónimo en lo que suponía un correcto ejercicio de versiones de un gran disco pero de poca confianza en sus trabajos posteriores. El sonido fue correcto, la interpretación de los temas, también. La acogida por parte del público, muy cálida. Pero la sensación final fue que en esta gira Masterplan están tratando de vivir tan solo de las rentas del pasado. Algo que puede acabar pasándoles factura más adelante hasta terminar por convertirles en una banda, sino intrascendente, que tengan poco nuevo que aportar.

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Y con la sensación de haber visto a unos Masterplan en extremo conservadores el plato fuerte de la noche aparecía tras más minutos de espera de la cuenta. Edguy es una banda muy querida desde que a mediados de los ´90 aquel grupo de chavales desvergonzados de un pueblo de Alemania decidieran que iban a hacer Heavy Metal a pesar de que no fuera la música más popular del momento. Con casi veinte años ya de carrera a sus espaldas, Edguy han sabido evolucionar desde el Power Metal de sus primeros momentos a una mezcla de Hard Rock con tintes de Power Melódico de la última década. Lanzando discos muy interesantes en los que la vena creativa de Tobias Sammet parece no tener fin. Mezclando su labor en Avantasia con la de su banda, los lanzamientos de Edguy, aunque ya no resulten tan novedosos como antaño, son siempre interesantes. Y así ha sido con su último disco hasta la fecha “Space Police”.

Pero una banda de Heavy Metal es grande en función de su capacidad de cuajar grandes conciertos en directo. Y aquí es donde Edguy y, especialmente, Tobias, se la juegan, y no siempre ganan. Recuerdo haber visto por primera vez a Edguy en el año 2001 y comentar con amigos que la voz de Sammet no podría durar mucho tiempo si seguía forzando tanto. En aquellos años el pequeño cantante era un absoluto torbellino sobre el escenario, no paraba de correr, de moverse, de saltar, siempre acompañado de un torrente vocal que parecía no tener fin. Y poco a poco lo que temíamos se fue cumpliendo. Tobi empezó a cuajar actuaciones grises y cada vez más su voz se convertía en una incógnita antes de un concierto. Por fortuna para la banda, la caída en la fuerza de su vocalista se ha producido cuando el grupo ya es muy grande y el público canta sin cesar las canciones, ayudando a que sea menos evidente. Pero eso no evita que los shows de Edguy empiecen a bascular peligrosamente muchas veces entre la frustración y la mediocridad.

Al contrario que Masterplan, durante la hora y cuarta escasa de concierto iban a hacer un repaso no solo a sus discos más clásicos sino también a desgranar temas de sus últimos trabajos. Así, comenzaban con “Love Tyger” y “Space Police”, temas mucho mejor adaptados a la voz de Tobi que viejas canciones que acabarían sonando más adelante y que le harían sufrir considerablemente. Flanqueado por los eternos Jens Ludwig, muy correcto y técnico en su labor de guitarrista solista, Dirk Sauer, irreprochable como guitarra rítmica y el simpático Tobias Exxel, que no paró de gesticular en todo el concierto y al frente de la enorme batería de Felix Bohnke, Tobias Samet ponía en marcha desde los primeros momentos su verborrea para hacer que el público participara como uno más del grupo.

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Con “Superheroes” y “Vain Glory Opera”, apenas media hora después de comenzar, la voz de Sammet ya se empezaba a sentir limitada. Iba a ser momento de acudir a un largo solo de batería para poder tomar aire o incluso de apoyarse en la menos exigente “Rock me Amadeus”, divertida versión del viejo tema de Falco y que Tobias, en la enésima muestra de su peculiar sentido del humor se ha empeñado en incluir en “Space Police – Defenders of the Crowd”.

La parte final del concierto iba a estar dedicada a canciones que llevaron a Edguy a crecer como músicos y que acabaron marcando una época en su sonido. Así sonarían “Babylon”, “Tears of Mandrake” y con Tobias mostrando signos de evidente agotamiento, “Lavatory Love Machine” y el cierre definitivo con “King of Fools”.  Los coros y los “Oeohs” del público fueron incesables. Y para muchos puede que con eso sea suficiente. No cabe duda de que un concierto de Heavy Metal es una gran fiesta en la que el público participa en primera persona. Pero desde un punto estrictamente musical la actuación fue floja. Muy floja si la comparamos con sus primeros años, pero también cuando recordamos algunas de sus últimas venidas a España. Conciertos pasados en los que tanto a nivel de espectáculo como en cuanto al tiempo de actuación y, especialmente, en la fuerza de la voz de Tobias, superan con creces este último. Edguy son ya una banda grande e importante. Y hemos de exigirles más, mucho más. De no hacerlo corremos el riesgo de caer en la indulgencia ante un grupo que puede dar más de si y ante un cantante que empieza a languidecer peligrosamente.

Setlist Masterplan: Enlighten Me, Heroes, Crimson Rider, Keep Your Dream Alive, Crystal Night, Spirit Never Die, Soulburn, Kind Hearted Light, Crawling From Hell

 

Setlist Edguy: Intro, Love Tyger, Space Police, Out of Vogue, Superheroes, Defenders of the Crown, Vain Glory Opera, Drum Solo, Ministry of Saints, Rock Me Amadeus, Land of the Miracle, Babylon, Tears of a Mandrake, Bises: Lavatory Love Machine, King of Fools

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