MALA REPUTACIÓN – Eternas promesas

Sexto trabajo del grupo asturiano que tacita a tacita lleva ya veinte años girando. Alejándose del sonido punk rock que practicaron durante una etapa, evolucionan hacia el rock, y como muestra comienza con Fuego, un tema que juega entre las guitarras limpias y distorsionadas con momentos tranquilos y muy movidos.

Cobarde con riffs, solo de guitarra, estribillo roquero, es un tema contundente. Que la tierra, fue el tema elegido para presentar el disco, en la línea del anterior, cantada por David en vez de por Juan, que es más habitual que haga la voz principal, aunque los coros entre ambos estén presentes en todas las canciones.

Las uvas de la ira, sigue la contundencia, el inicio del disco era un espejismo, siguen una línea potente, la voz incluso se va poniendo cada vez más “enfadada”. 10.000 kms un tema que habla de la emigración obligada debido a la crisis (si ya lo decían los Siniestro en Miña Terra Galega) y también con un cierto aire a “cabreo”.

Lugares salvajes y Nunca seremos los mismos, algo más melódicos, pero sin pasarse, que estos chicos tienen claro que les gusta dar caña. Falame (cantado en bable) y Aire recuperan ese sonido punk rock al que antes aludimos, quizás para recordar eso de que Quién tuvo…

Veleta cierra el disco más o menos como empezó, con un tema que tiene sube-baja de intensidad y donde la melodía vocal es la protagonista, y donde los coros entran con contundencia en los estribillos acompañados por distorsiones y riffs roqueros.

Presentan el disco en una carátula y un libreto trabajados (por María Arias), con sesión de fotos dedicada a tal fin y acompañan con las letras, cosa que siempre es de agradecer, aunque a veces cueste leerlas.

Un disco contundente, a caballo entre el rock reivindicativo y rock urbano que se practica en el siglo XXI, con melodías cuidadas, letras interesantes y buen trabajo colectivo. Un buen ejemplo de cómo dar caña en todos los sentidos a «la chita callando».