SLIM JIM PHANTOM & FURIOUS

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Pasado, presente y futuro del rock’n’roll de siempre

Siempre es motivo de alegría y celebración la visita de un músico legendario como Slim Jim Phantom, que no sólo fue el carismático batería de los Stray Cats (algo que ya sería suficiente mérito para figurar entre los ilustres de la historia del rock’n’roll) sino que también ha tocado y grabado con gente como Traci Guns (L.A. Guns), Glenn Matlock (Sex Pistols) o el mismísimo Lemmy Kilmister, por mencionar a algunos de los más célebres. En esta ocasión, Slim Jim venía acompañado por un fogoso dúo procedente de Liverpool (los hermanos Halligan: Andy a la guitarra y Mark a la voz y el contrabajo) que responde al inequívoco nombre de Furious, claro anuncio de cómo las gastan estos chicos.

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La propuesta prometía ser una atractiva combinación de muchas tablas y oficio con buenas dosis de entusiasmo y energía juvenil unidos por las ganas de divertirse y el amor por el rock’n’roll clásico de patillas, tupés y brillantina. Y efectivamente, nos hicieron disfrutar de una velada incendiaria donde fueron repasando algunos de los temas más emblemáticos de Stray Cats (centrándose en sus primeros éxitos: «Rock This Town«, «Runaway Boys«, «Stray Cat Strut«…) pero sobre todo revisaron viejos clásicos del rock más añejo y primitivo, desde «C’Mon Everybody«, «My Bonnie» o «Suzie Q» hasta «Please Don’t Touch«, «16 Tons» o el «That’s Allright (Mama)» que cerró el breve pero intenso concierto. El respaldo que supone tener al lado a un peso pesado del rock and roll como Mr. Phantom espolea a estos jóvenes hermanos para crecerse en escena y dar lo mejor de si mismos, como merece la ocasión, a la vez que al viejo lobo le rejuvenece la compañía de estos cachorros, a los que puede ir enseñando a aullar y a mostrar los dientes desde encima del escenario.

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Lo dicho: una velada intensa y muy movida donde las nuevas y las viejas generaciones del rock’n’roll se dieron la mano, tanto sobre las tablas como entre la concurrencia, que prácticamente llenaba la sala, plagada de teddy boys (and girls) de todas las edades e indumentarias posibles que bailaban, cantaban, bebían y gozaban juntos al son de canciones imperecederas, demostrando una vez más que el rock – y en general, la música – no entiende de edades ni de barreras.

Podéis ver las fotografías del concierto en el siguiente video de nuestro canal Youtube:

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