RIVAS ROCK 2019

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Llenazo hasta la bandera

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Redactor: David Collados

Rivas Vaciamadrid (Madrid) – Auditorio Miguel Ríos (11-05-2019)

SKA-P + BOIKOT + KOMA + GATILLAZO Y MÁS…

Se celebraba en Rivas de nuevo, la sexta edición del Rivas Rock, y de nuevo con un cartel muy atractivo y apetecible, incluyendo ocho buenas bandas (algunas ya veteranas y otras emergentes, cosa que siempre es de agradecer, que den este hueco a los jóvenes), y con unos precios muy asequibles a cualquier monedero (ya podían tomar nota otros festivales). Y no solo en cuanto a las entradas, sino también en las consumiciones.

Antes de abrir puertas, ya había mucho ambiente por los alrededores del auditorio, con numeroso grupos de gente bebiendo y charlando en las inmediaciones, e intentando en su mayoría protegerse del abrasador sol que nos hizo durante las primeras horas del festival.

Con puntualidad se abrieron puertas a las 15:30h y ya fuimos bastantes los que accedimos al recinto, buscando los puntos de cambio de moneda y sobre todo las escasas sombras que proporcionaba el escenario. Y también con horarios muy puntuales, comenzó la primera actuación de Yo No Las Conozco. Banda a la que conocía de nombre, pero de la que no había escuchado nada previamente. Grupo de chicas formado por Iraide a la voz, Raquel y Amaya a las guitarras, Emma al bajo y Ana a la batería. Hay que reconocer que desde primera hora de la tarde, hubo mucha gente apoyando a las primeras bandas, cosa también muy agradecida, para los que les toca la papeleta de tocar abriendo un festival. Además en el caso de Yo No Las Conozco, eran muchas las personas que se sabían sus canciones y las cantaban a pleno pulmón.

El grupo me gustó mucho, con un rollo muy rockero, y no se acobardaron lo más mínimo, llenando el escenario con su puesta en escena y su música. Me gustó especialmente la pegada de su batería, Ana, y el buen rollo de ambas guitarristas. La bajista Emma algo más parada en el escenario, llevaba un bajo Rickenbacker, al que le sacaba mucho partido. Cómo me gustan la forma y el sonido de estos espectaculares bajos. Lo que menos me convenció es la voz de Iraide, que aunque cumplió muy bien su papel, no me acababa de convencer, simplemente por cuestión de gustos personales con su timbre de voz. Hubo una canción que cantó casi al completo Amaya, que me gustó más. Pero fue una muy buena actuación de todas ellas, sacando dos abanderados en los laterales del escenario en un par de canciones, con las siglas de la banda. Fue la banda que menos tiempo de actuación disfrutaron, pero hubiesen merecido perfectamente tocar algunos minutos más.

El recinto se iba llenando con rapidez, y finalmente llegarían a colgar el cartel de “Sold out”. Lo que más adelantada la tarde, dificultaría en muchos momentos el tema de barras, la zona de comida y restauración, el cambio de moneda y los accesos a los baños.

Llegaba el turno de Gritando en Silencio, que momentos antes de saltar al escenario y ya con media banda sobre el mismo, tuvieron algún problemilla técnico, lo que retrasó unos pocos minutos su actuación.  El grupo venía presentando su último trabajo “Material inflamable”. No se si debido a estos problemillas previos o a alguno más que sufrió la banda durante su show, no les acabé de ver cómodos. Y realmente su concierto se me quedó un poco a medio gas. A pesar de que lo hicieron muy bien, no algo no terminaba de cuajar y su actuación quedó algo más deslucida de lo habitual. Aunque el público cantaba y disfrutaba, creo que ellos debieron sufrir parte del concierto, para conseguir oírse debidamente. La tónica habitual durante todo el festival, y todos los grupos, fue el sonido quizá excesivamente alto para mi gusto y para algunos más que lo comentábamos entre nosotros.

La banda sevillana dio un buen recital de buen Rock, con sus canciones llenas de mensaje. Pero para mí, fue de las actuaciones que más pasó sin pena ni gloria en esta edición del festi, dejándome algo frío.

Les tocaba el turno a Gatillazo. Para estas alturas, ya se agolpaba una numerosa multitud de público frente al escenario, que estaban deseando ver a la banda liderada por Evaristo. Y no defraudaron en absoluto. Descargaron su gran arsenal de temazos uno tras otro sin apenas descanso, hasta el punto de que a los fotógrafos nos dejaron estar en el foso casi seis canciones cuando lo habitual suelen ser tres. Pero es que los temas de Gatillazo, se pasan en un suspiro y los interpretan a toda velocidad. El propio Evaristo comentó en un momento dado que iba a “hablar poco y así tocamos más tiempo”.

Lo de este hombre en directo es un verdadero show en sí mismo, con la cantidad de muecas, poses y posturas que hace siempre. Sin parar de moverse apenas un segundo de lado a lado del escenario.

Los pogos empezaron a surgir en numerosas zonas del público y la gente lo pasaba en grande. En una de estas carreras del cantante, se acercó demasiado al guitarrista Txiki, al que le pisó el cable de la guitarra, desenchufándoselo en pleno solo y teniendo que cambiarle y enchufarle de nuevo el cable uno de los pipas que estuvo muy atento. Ambos lo tomaron con mucho humor y la siguiente vez que se acercó a él, Evaristo le dijo que a ver si le iba a pisar de nuevo.

Concierto muy rabioso y rápido, lleno de mensajes subversivos de Evaristo, con temas de toda su discografía que ya son auténticos himnos, y a tal velocidad que acabaron su actuación algo antes del horario previsto, recuperando así el retraso anterior. El único problema que le sacaría, fue que pagaron el pato, y la voz de Evaristo a veces no se oía claramente, cosa que no ocurrió en ninguna de las demás actuaciones.

Me resultó muy curioso, que para mí Koma que eran los siguientes en actuar, era uno de los platos fuertes de esta edición. Sin embargo, al acabar Gatillazo, cientos de personas abandonaron el recinto por una de las puertas laterales (se podía entrar y salir sin problemas), para acercarse imagino a las casetas que habían en la zona aledaña al auditorio, por las fiestas locales de Rivas. Con lo que a la hora de tocar Koma, se estaba más cómodo en el recinto, ya que había mucha menos gente, aunque había muy buen lleno igualmente.​

Nos dieron paso a los fotógrafos al foso, y sin previo aviso y por sorpresa para todos, cuando nos quisimos dar cuenta, la banda había salido ya a mitad del escenario como una apisonadora, con Brigi corriendo como un toro de Mihura. Menuda locura y menuda burrada de directo se marcaron. Absolutamente abrumador, con una potencia bestial en todo momento. No afloraron el pie del acelerador ni un solo segundo, descargando sus temas más míticos. Fue toda una descarga de adrenalina, tanto para la banda a la que se les veía disfrutar muchísimo, como para los asistentes que no parábamos de cantar, saltar y bailar al son de los navarros.​

En uno de los pocos momentos que Brigi paró un poco, comentó lo contentos que estaban de la vuelta original de todos los miembros de Koma. Y la verdad es que se les nota muy a gusto y eso se contagia entre público y grupo. Y su actuación fue para mí de las más destacadas del festival. Conciertazo de diez el que se marcaron, dejándonos el cuerpo, molido, ya que nos arrollaron musicalmente con su poderío.

Comenzaba a irse el sol, y como suele ser habitual en Rivas por estas fechas, empezó a soplar viento y a hacer bastante más fresquete.

Les llegaba la hora a Boikot, para los cuales, ya volvió a llenarse el recinto, y sobre todo la parte delante del escenario, y las gradas presentaban ahora un lleno muy bueno (ya que ya no les daba el solo de lleno).

Hacía muchos años que no veía a Boikot en directo. Por eso me sorprendieron mucho más de lo que esperaba, ya que han cambiado radicalmente su estilo y formación. Es decir, los temas son igual de cañeros, gamberros y reivindicativos sin perder un ápice de esencia. Pero han ganado ese toque más festivo, incluyendo instrumentos como acordeón, sección de viento y similares, cosa que yo no les había visto.

Y lo que más me sorprendió es la inclusión en la banda de Julio Maloa, ex vocalista de La Raíz, que fue el que se llevó casi toda mi atención. Todo un derroche de energía durante toda su actuación, sumando su voz a la de Juankar, dándoles otro aire completamente distinto a las canciones. Ahora la formación de Boikot cuenta con ocho músicos, lo que convirtieron el escenario en toda una fiesta y un torbellino de actividad muy divertido. Cayeron clasicazos del grupo, que convirtieron en una fiesta su actuación, con todo el mundo bailoteando, y algo que me gusta bastante menos, sin parar de lanzar al aire los minis de bebida vacíos o a medio vaciar. Costumbre con la que nunca estaré a gusto ni cómodo. No faltaron en un par de momentos, enormes cañones de confeti y serpentinas lanzados al aire para regocijo de todos (como volvemos a la infancia durante unos segundos con cosas como ésta).

Gran actuación de los madrileños, que me dejaron con la sensación de estarme perdiendo los mejores momentos de la banda hasta el momento. Intentaré retomarles más pista más a menudo.

Sin duda, había una mayoría de público que tenía muchas ganas de ver a Ska-P. Han sido varios años sin poder disfrutarles debido al problema de salud de Pul Pul, y si además la fecha del Rivas Rock estaba anunciada como “única en la Comunidad de Madrid”, la expectación era aún mayor. Yo de los primeros que me moría de ganas de volverles a ver en directo.

Y no creo que defraudaran a nadie en absoluto. Salieron a disfrutar y a hacérnoslo pasar genial. Con toda la formación habitual, de Pul Pul, Joxemi, Julio, Kogote, Txikitin, Gary, y las más recientes incorporaciones de Juanan, Ivan y el actor y cantante Eloy Yebra, la banda está en un estado de forma espléndido. Con un sonido de mucha calidad, muy activos todos ellos sobre el escenario y con un Eloy haciendo las performances y voces con mucho desparpajo, el grupo demostró que han vuelto con ganas y cargados de energía. Sonaron varios de mis temas favoritos como “Niño soldado” “Mis colegas” o “A la mierda”,  que me hicieron disfrutar a tope, y los himnos de la banda indispensables en cada directo, a los que se sumaron varios temas de su último trabajo “Jake al rey”.

 Durante cerca de dos horas, se coronaron como los vencedores indiscutibles de esta edición del Rivas Rock, regalándonos una actuación genial a la que no se le puede poner ni una sola pega. Desde los más cercanos al escenario hasta las últimas filas, las voces de todos se sumaron en uno u otro momento a hacerles los coros a Ska-P.

A mi personalmente, me quitaron el mono que tenía de verles y me dejaron la cabeza llena de buenas sensaciones y recuerdos, y días después del concierto, sigo con sus letras y melodías en mis pensamientos.

Lamentablemente el cansancio y los horarios del escaso transporte público que comunica Rivas con Madrid a esas horas, nos hicieron abandonar el festival sin acabar de ver a Zoo y Trashtucada que cerraban el festival, y a los que me gustaría pedir disculpas por no quedarnos a verles.

Una edición que transcurrió en un ambiente de buen rollo y armonía, sin incidentes reseñables y con unos conciertos y organización, geniales. Esperando confirmaciones para la séptima edición del año que viene.

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