28-10-2023

Sala The Bassement, Madrid

Noche muy especial

Texto y fotos David Collados

Prometía ser una noche muy especial y no sólo un concierto más de Ars Amandi, ya que era la celebración del 20º aniversario del primer disco de la banda, “Autóctono”. Se habían anunciado invitados muy especiales para la ocasión, y fue mucho más que un concierto, con momentos realmente especiales. Pero vayamos por partes.

 

Era la primera vez que iba a ir a esta sala reabierta y remodelada, The Bassement antiguamente la mítica Revólver. Debido al intenso tráfico de la noche madrileña, llegamos a la sala cuando acababa de empezar la banda invitada, MacMardigans. Banda de la que no conocía nada previamente, aunque con ese nombre nos da una idea de lo que hacen. Me alegró mucho ver que ya con la banda invitada, la sala estaba a rebosar de público, sobre todo en la parte frontal del escenario. La distribución de la sala con un escenario de boca un poco estrecha y dimensiones tirando a pequeñas, hace un poco incómodo en conciertos tan llenos como el de ayer, la visibilidad para la gente más rezagada. Así que tuvimos que conformarnos con ver todo desde un lateral

 

McMardigans como he podido luego averiguar, es una banda de Toledo y practican un folk rock muy tradicional con temas propios en inglés y en castellano, y también varios temas instrumentales de los que tocaron al menos dos. Creo que tienen un disco editado o eso creí entenderles, y además de composiciones propias, tocaron varias versiones muy conocidas, algunas ya popularizadas por grupos como Celtas Cortos. Tampoco he podido encontrar demasiado información posteriormente del grupo, aunque sí he visto que deben llevar más instrumentistas de los que salieron en Madrid. La banda tocó con Miguel a la voz y violín, Dani al bajo, Javi a la batería y Candi guitarra acústica. El grupo supo calentar muy bien el ambiente, con un sonido muy pegadizo y marchoso, y muy buena interpretación. Había un instrumento que estuvo dando algo de problemillas toda su actuación, sonando un ligero petardeo de vez en cuando. Yo al principio lo achaqué al ampli del bajo, pero más tarde me di cuenta que era el micrófono del violín de Miguel. Miguel canta con voz tirando a grave y los coros de MacMardigans me parecieron geniales en todas las canciones. Entre los temas que tocaron, sonaron covers de “Fisherman blues” de Waterboys, “Float” de Flogging Molly, “Drunken Sailor “de The Irish Rovers y copmo ya he dio, temas propios con voz e instrumentales. Consiguieron arrancar varios bailes entre el público a ritmos celtas y de polka y dejaron muy buen sabor de boca. Ahora me gustaría verlos en alguna ocasión con sus habituales wishtle, clarinete y mandolina, ya que sonaron francamente bien.

 

Llegaba el turno de Ars Amandi y la sala presentaba un lleno genial que presagiaba un ambientazo. Y sin hacerse mucho de rogar, salieron a darlo todo desde el primer momento y fueron acogidos con mucho calor por nuestra parte. El escenario se les quedaba pequeño y David tuvo que tocar el bajo prácticamente estático al fondo del escenario, pegado a la batería de Óscar. Arrancaron con una celebrada “Camino sin fin” de su primer álbum, y sorprendieron muchísimo enlazándola con una tempranera “La suerte está echada” que nos pilló desprevenidos porque suelen acabar los conciertos con ella o al menos dejarla para la parte final. Pero fue un subidón de adrenalina y fue coreada a pleno pulmón por todos. Tan pequeño se les quedaba el escenario, que, en un momento de emoción, Dani Aller nos quiso poner el micro para cantar y lo golpeó contra el techo cayéndosele al suelo y se lo recogió alguien de las primeras filas. Y acto seguido tuvo que salir personal técnico a secar el escenario, porque en las apretadas carreras que se pudieron dar, alguien derramó una cerveza o agua sobre las tablas sin ningún percance.

La banda estuvo pletórica en todo momento. Sonaron de maravilla. Dani nos anunció casi al principio que iba a ser una noche especial e irrepetible, y quedó patente con el repertorio tan fantástico que eligieron. Se le notó muy emocionado en muchos momentos, y nos dio las gracias en numerosas ocasiones, visiblemente agradecido y al borde de las lágrimas de emoción.

Uno de los momentos mágicos llegó con el primer invitado, que no era otro que Paco Moreno, primer guitarrista de la banda, que subió al menos tres veces a tocar varias canciones. La primera de ellas fue “Desierto” que me encantó como sonó a tres guitarras y con un Paco en plena forma. La segunda vez que subió, fue otro de los momentos más especiales, solamente Dani a la voz y Paco a la guitarra a interpretar la versión de “El bar” de Topo, que les quedó fantástica y que me puso carne de gallina. Seguidamente subió el segundo invitado, Juanki Álvarez (La Orden del Kaos y Arkgabriel), que ocupó el puesto de Óscar a la batería para interpretar “La voz que me guía”. Todos los colaboradores que subieron eran gente especial para la banda, como Alberto Garrido, que es el bajista que sustituye a David cunado éste no puede tocar alguna fecha, que subió a tocar el bajo en “A sus gentes” mientras David solamente hizo coros. Y el último invitado fue Miguel Rodríguez de MacMardigans que subió a tocar el violín en “No queda sino batirnos”. Dani aprovechó también un momento, para agradecer a toda la gente que colabora con Ars Amandi, a los técnicos, a la sala, a la gente del merchand, a sus pipas e incluso a Esther, que ha sustituido en algunos conciertos a Dani al violín y que estaba entre el público disfrutando como una más.

Momento que siempre me flipa de los conciertos de Ars Amandi es cuando llega la versión de Triana ·Abre la puerta”, donde Dani siempre me vuelve a sorprender con su voz. Está en un estado brutal, cantando cada día mejor y con una puesta en escena que me encanta. Un verdadero showman con unos registros cada día mejores. Dani Rodríguez estuvo genial al violín, haciendo un tándem perfecto con las dulzainas y pitos castellanos de Dani y es ya una pieza imprescindible de la banda. Y tanto Miguel Ángel como Alejandro, estuvieron sensacionales a las guitarras. Se les veía disfrutar saltando, intentando corretear y compenetrados entre ellos, y ambos hicieron unos solos magníficos, con unas interpretaciones perfectas. Alternándose en los solos, doblando muchos solos y riffs, y con unas rítmicas magistrales. Un diez para ambos. Y para toda la banda, porque realmente fue un show inolvidable y una noche muy especial de celebración. Como dijo Dani Aller al comenzar el concierto, lo de esa noche fue irrepetible.

Set-List: Camino sin fin / La suerte está echada / Sus últimas horas / Ven hacia mí / Desierto (con Paco Moreno) / No abandones / Manque os pese / El bar (con Paco Moreno) / La voz que me guía (con Juanki Álvarez) / Gritando al mar / El poder de Caelia / Ábula / A sus gentes (con Alberto Garrido) / Defensoras de Pallantia / No queda sino batirnos (con Miguel Rodríguez) Bises: Tu ley / Abre la puerta / Escuchando al corazón (con Paco Moreno)

 

Algo que me parece increíble fuera de la crónica del concierto y como crítica a nuestro alcalde y ayuntamiento, es que, en el mismo centro de Madrid un sábado a una hora normal como son las once de la noche, los autobuses pasen con una frecuencia de 40 minutos sin ser aún horario nocturno de los búhos. Para que luego vayan presumiendo de servicios y transporte público. De vergüenza.

 

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