LIVING COLOUR

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Casi dos horas de impresionante concierto

Estos tios son muy buenos. Si lo dijo Mick Jagger, seguro que no era mentira. Quizas no hace mucho estarian tocando en el mitico CBGB neoyorquino, pero lo cierto, es que, el dia 24, estaban en la ciudad que me vio nacer el mismo año que nacio esta gran banda llamada Living Colour. Orgulloso este servidor, pues conciertos de este calibre, suceden en muy contadas ocasiones al año en esta ciudad. Con un retraso de cuarto de hora y una sala semivacia, a la que acudieron unas 200 personas, Vernon, Glover, Calhoun y Wimbish se colgaron los instrumentos para abrir con Auslander. No es de extranar que entre el publico hubiese gente de muy variopinta edad y estetica. Living Colour llevan media vida en esto y pueden presumir de no tener un estilo musical concreto, aunque si es cierto que sus mayores guinos son dedicados a una fusion funk-rock. Sea cual sea el estilo del tema, es bastante facil ver rostros desencajados y boquiabiertos entre el respetable debido a las fiorituras musicales de este cuarteto. Desperate People y Middle man iban haciendo las delicias de un publico que con la gran acustica de la sala de su lado y un gran trabajo de produccion cuentan que la prueba de sonido fue de mas de cinco horas prometian un concierto memorable. Pride, Funny Vibe, Type nos dejaban riffs para rememorar y guinos de un virtuosismo envidiable. Los pedales de Vernon y Wimbish ocupaban mas de medio escenario, impresionante. El concierto siguio con temas como Which way to America, This little pig, Memories, Glamour boys, Bi y Bless those. Aqui hubo un ligero descanso para el grupo excepto para Will Calhoun, que nos deleito con un solo de bateria tan espectacular como pesado al final. Ignorance is bliss, Times up y Cult of personality encararon el final de una actuacion que transcurrio entre lo frenetico, la perfeccion y el saber hacer de cuatro virtuosos de la musica. Inevitablemente el publico queria mas asi que los buenos de Living Colour nos regalaron un bis de dos temas Love rears its ugly head y Should I stay or should I go version de los miticos The Clash, que con todo el respeto para la banda londinense, mejoraron con bastantes creces. Asi finalizo un concierto de una hora y cuarenticinco minutos aproximadamente, capaz de marcar un antes y un despues sobre lo visto en un escenario, pese a registrar una penosa entrada. Solo los que estuvimos dentro sabemos lo que se perdieron los que se quedaron fuera.

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