KISS EN MADRID

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Kiss juegan con el don de poder detener el tiempo. Aparentemente no envejecen y siguen sonando compactos

Nada más llegar nos enteramos que, debido a un retraso considerable en la llegada del material de la banda a Madrid, se demoraba la apertura de puertas prácticamente dos horas hasta que todo el montaje finalizase. Pese a ello, tuvieron que dejar en el camión algunas piezas como, por ejemplo, la plataforma desde la que la banda desciende al escenario en el primer tema del show.

MEGADETH ACORTA SU SHOW

Con un Wizink Center razonablemente lleno (sobre las 12.000 personas) salieron a escena Megadeth sobre las 20:50, apenas veinte minutos tarde sobre la hora anunciada. Mustaine parece rejuvenecido en este tramo final de la gira de “Dystopia”, con la que lleva ya dos años de gira mundial. Salieron directos a por “Hangar 18” y no aflojaron durante los cincuenta minutos que actuaron. Mustaine pidió disculpas por tener que recortar algún tema debido a dichos retrasos. Quitando el obligatorio repaso a un par de canciones nuevas de “Dystopia” (“Dystopia” y “The Threat is Real”) el set de Megadeth fue un rápido grandes éxitos. A “Hangar 18” se le sumaron “ The Conjuring”, “My Last words”, “Tornado of souls”, “Symphony of Destruction”, “Peace Sells” y, ya en el bis, “Holy Wars…The Punishment Due”. Show intenso y algo corto pero, en definitiva, otro gran concierto de Megadeth en Madrid.

KISS: PURO RN’R

Después de tres cuartos de hora de espera en los que el escenario estuvo mayormente tapado por un telón negro con el logo de Kiss, las luces se apagaron y a las 22:30h, con media hora de retraso, salieron a escena Kiss con el eterno “Deuce”. Hay algo especialmente nostálgico en que empiecen los shows con este tema.

A partir de ahí, la banda sobre seguro en todo momento, sin perder ese ligero elemento de improvisación que está acompañando su gira por España, con setlists más improvisados de lo habitual en orden y selección de temas. De algún modo, el otrora espectacular Stanley se ha convertido en la parte más débil de Kiss en la actualidad: ni su mítica capacidad comunicativa entre canciones parece mantenerse a la altura. No obstante, lo intentó durante toda la noche mientras reponían fuerzas y es que los años no perdonan ni hasta para los millonarios.

El reparto de las tareas vocales fue obvio a lo largo del show. Rara vez caían dos canciones de Paul seguidas y Eric Singer echaba una mano considerable en canciones como “Firehouse”, donde Simmons obviamente escupió fuego. Pronto llegaría “Shock Me”, cantada por Tommy Thayer y con breve solo de guitarra incluido, para luego hacer el único repaso a la actualidad con “Say Yeah”, del “Sonic Boom” de 2008.

El tramo central del show tuvo grandes hits como “I Love it Loud” intercalados con temas menores pero históricos como “Flaming Youth”. El grupo recuperó “Calling Dr. Love”, que no sonó en Barcelona, antes de que “Lick it Up” pusiese Madrid patas arriba.

En la parte más espectacular del show se concentraron el solo (simplón) de bajo de Gene Simmons vomitando sangre, con el que salió volando a una plataforma en la parte superior del escenario para interpretar “God of Thunder”. Le siguieron la explosiva ‘I Was Made For Lovin’ You’, un ‘Love Gun’ con vuelo de Paul hacia el escenario central del recinto y el cierre del tramo principal del show tal con “Black Diamond” cantado por Eric Singer, con batería elevándose y profusión de fuegos artificiales.

En los bises hubo un duo enlazado de “Detroit Rock City” y “Rock and Roll All Nite” con Paul rompiendo su guitarra contra el escenario, Tommy y Gene elevándose por los aires y un display pirotécnico final muy potente.

Kiss

Buen sonido, ambiente festivo y rock de alto voltaje. Escondidos bajo su maquillaje, Kiss juegan con el don de poder detener el tiempo. Aparentemente no envejecen y suenan compactos aunque la parte vocal es la que más se resiente, pero para eso está el público, que pone de su parte cantando, como en la traca final con Detroit rock city y la coreadísima Rock and roll all nite, que dispara cañonazos de confeti (por toneladas) en medio de la algarabía generalizada para dar por finalizada la velada de un domingo del mes de julio.

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