THE WILD HORSES

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Intentando recuperar la normalidad de la música en las salas
Texto y fotos: Javi G. Espinosa
11 Julio 2020, Rockville (Madrid)

Después de cuatro largos meses sin poder plantarnos delante de un escenario, por fin hemos tenido la oportunidad de asistir otra vez a un concierto en una sala. Y lo hemos hecho en la madrileña sala Rockville de la mano de The Wild Horses, una banda que probablemente sea el mejor exponente que tengamos por estas tierras del sonido Americana (o más bien, en este caso, Americaña – como titularon uno de sus discos).

Evidentemente, hay cosas que han cambiado, y a las que de momento no hay más remedio que acostumbrarnos. Si ya nos hemos habituado a llevar mascarilla en casi todos los sitios cerrados y hasta en la calle, no parece este el principal inconveniente para disfrutar de un concierto. De hecho, mucha gente la tuvo puesta toda la velada mientras cantaba y bailaba, y no parecía un gran impedimento para pasarlo bien. Además, al haber servicio de bebidas en la barra hay posibilidad de poder quitársela de vez en cuando para echar un trago. Otra cosa hubiese sido estar sentados todo el rato a dos metros unos de otros y sin poder beber, pero con precaución y respeto se ha visto que es posible moverse y divertirse.

La noche fue muy animada y los músicos agradecieron repetidamente la asistencia a todos los presentes, que acudieron en buen número dadas las fechas que son – y las circunstancias que nos condicionan, claro. Siempre es difícil llenar una sala en Madrid en verano, y más ahora. Además, el público venía predispuesto a pasar un buen rato disfrutando de un repertorio lleno de clásicos que nunca fallan, y con el aliciente de algunos invitados especiales sumándose a la función. Desde ilustres antiguos miembros que en su día estuvieron en la banda como Carlos Guardado (Burning) hasta nuestro colega el fotógrafo Juan Fajardo, en su faceta de forajido musical bajo el nombre de Alacrán Fajardo. También se sumó a la fiesta Danny Folsom con su armónica, y más tarde les acompañaron Sonia y Roberto de La Rosa Negra, primero en una bonita versión de la maravillosa «Jolene» y luego también durante el final de los bises.

Gran nivel el que demostraron estos músicos, lo que unido a los constantes cambios de instrumentos, y a la entrada y salida de invitados al escenario, hicieron que el espectáculo discurriese de forma muy animada y con mucha alegría, llegando casi a olvidarnos de estas extrañas circunstancias que nos rodean y nos condicionan, pero que nunca podrán quitarnos las ganas de disfrutar con la música en vivo, aunque de momento tenga que ser con algunas restricciones. Se ha demostrado que es posible, es necesario y, a pesar de los pesares, sigue siendo muy divertido.

Un placer volver por fin a las salas y a los conciertos, que ya era hora.

Setlist: Riding The Rodeo / I Won’t Back Down / Man of Constant Sorrow / Folsom Prison Blues / Loving Country Night / Bad Moon Rising / Mystery Train / Blue Moon of Kentucky / She Don’t Love Nobody / Slow Turnin’ / Simple Country Boy / Jolene / Achy Breaky Heart (Honky Tonk Women) / Cotton Fields / Lay Down Sally / Take It Easy / Chasin’ The Sun / Whiskey’s Gone / Anselma // Hurts So Good / Home / Wagon Wheel

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