TOM WAITS

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Inolvidable debut en la peninsula del poeta de los suenos rotos

Hay ocasiones en las que sabes que por mucho que trabajes una cronica, nunca estara a la altura del espectaculo vivido. Esta es una de ellas. Lo que mil ochocientos afortunados vivimos en el Kursaal donostiarra sera sin duda uno de esos conciertos de los que se hablara durante muchos años. Y es que las dos horas y diez minutos fueron toda una demostracion de que la condicion de mito viviente del musico de Pomona es totalmente merecida. Los nervios en las horas previas fueron mitigados por un buen recorrido por el casco antiguo de Donosti degustando pintxos y canas de la misma manera que Tom Waits habia hecho durante los dias previos, puesto que llevaba casi una semana de vacaciones con su familia. En la entrada al teatro ya se palpaba la sensacion de velada magica que se confirmaria durante las siguientes horas. Por alli andaban varios musicos de distinto pelaje y procedencia Coque Malla, Fermin Muguruza, Mikel Erentxun, Javier Andreu y los chicos de Lisabo fueron los que alcance a distinguir y cuando llego la hora prevista para el comienzo, las nueve y media, alli no cabia un alfiler. Como buena estrella se hizo demorar, y ese retraso de veintidos minutos se hizo interminable a pesar de la musica de los años veinte, que parecia sacada de los titulos de credito de una pelicula de Woody Allen, la antitesis de lo que venia a continuacion, que paso como un suspiro. Y asi, se apagaron las luces, salieron los cinco musicos que le acompanan en esta gira Glitter And Doom y tras ellos, el musico, el escritor, el actor, el artista. Una majestuosa iluminacion que saca partido a un escenario sencillo pero cautivador nos muestra a TOM WAITS por primera vez en nuestro pais. Y con las notas de Lucinda unida a Aint Goin Down To The Well arranco el billete al paraiso. El primero de los pequenos detalles, el humo que salia de su pedestal cada vez que lo pisoteaba, un guino teatrero-cabaretero. Acabada la presentacion, el publico rompio en un estruendoso aplauso, el primero de la noche para el musico del bombin permanente. Las lagrimas hicieron acto de aparicion en mis mejillas mientras sonaba Falling Down y es que han sido muchos años de espera con sus discos resonando en mi cabeza y este es uno de esos temas especiales, pero es que no hubo descanso ni tregua. Tambien se parapeto tras un megafono en Chocolate Jesus mientras el banjo nos mecia en aromas aguardentosos. El publico participo en todo momento en esta celebracion colectiva, aplaudiendo y jaleando cuando lo requeria el propio Waits y reconociendo el trabajo no solo de el, sino tambien de su cohorte de musicos, a cual mas impresionante Omar Torrez a la guitarra, Larry Taylor al bajo, Patrick Warren a los teclados, Vincent Henry en los vientos y su hijo Casey a la bateria y percusion, ademas de un par de apariciones puntuales de otro de sus vastagos, Sullivan, para tocar el clarinete. Sabia que su ausencia de relacion con el publico espanol debia ser restanada y Omar Torrez se arranca en un tema con una introduccion de guitarra espanola inedita en cualquier cancion escrita jamas por el californiano. El tobogan de emociones no para y los continuos cambios de ritmo de Cemetary Polka son jaleados apasionadamente, estirandose el tema hasta el infinito. Tras la catartica Misery Is The River Of The World, llego el extasis al acercarse a su piano y dejarse acompanar unicamente por un contrabajo. Alli hubo magia en estado puro. Hizo comentarios jocosos, intercambio palabras con el publico y nos deleito con cuatro joyas de su carrera y cuales no lo son, comenzando con On The Nickel y acabando con una sobrecogedora Innocent When You Dream. Hubieramos deseado que siguiera acariciando el instrumento, pero poco importo cuando vivimos una version de pelos de punta de Hoist That Rag, una de sus composiciones del nuevo milenio. Incluso hizo de autentico calvo de Navidad cuando soporto una lluvia de purpurina durante Make It Rain, pero el delirio personal llego al enlazar Cold Cold Ground con November, momento en el que juraria estar levitando sobre mi butaca. La pausa pertinente tras Singapore contuvo una de las ovaciones mas estruendosas que uno recuerde. Los aullidos de Trampled Rose, el juego con la pelota imaginaria de Eyeball Kid y la increible emotividad de Anywhere I Lay My Head ahora de moda entre el gran publico gracias a Scarlett Johannson cerraron el sueno que habia comenzado un par de horas atras. Aplaudimos y aplaudimos, pero las luces se acabaron encendiendo y con ellas, la entrada directa de esta actuacion en el Olimpo de los conciertos en suelo patrio. Aun en estado de shock escribo estas lineas. Dificil sera enfrentarse a partir de hoy al resto de conciertos que nos quedan por vivir. El liston esta a la altura de los records de Serguei Bubka, totalmente inalcanzables aunque no nos daremos por vencidos. Mientras tanto, gracias por todo, Tom, por tu musica, por tu arte y por tu magia. No te mueras nunca. Setlist. Lucinda-Aint Goin Down To The Well No More,Way Down In The Hole,Falling Down,Chocolate Jesus,All The World Is Green,Hold On,Cemetary Polka,Dirt In The Ground,Black Market Baby,Lie To Me,Misery Is The River Of The World,On The Nickel,Johnsburg, Illinois,Tango Til Theyre Sore,Innocent When You Dream,Hoist That Rag,Make It Rain,Cold Cold Ground,November,Jesus Gonna Be Here,Singapore,bisTrampled Rose,Eyeball Kid,Anywhere I Lay My Head

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