ENRIQUE BUNBURY

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El mano no se deja llevar por los tipicos patrones

Volvia BUNBURY a Madrid, tras cuatro años de ausencia, con un nuevo disco bajo el brazo, Hellville Deluxe, su disco aparentemente mas convencional despues de sus devaneos por todo tipo de paisajes musicales, y lo hizo con la expectacion que siempre lleva a la capital, arrastrando a unas nueve mil personas a un intenso repaso a su ya densa discografia. El comienzo fue toda una declaracion de intenciones, sono El club de los Imposibles rotunda y rockera. A pesar de llevar poco tiempo, la banda parecia engrasada, con un Jordi Mena enorme a la guitarra solista mercenario desperdiciado con Jarabe de Palo. Tras La senorita hermafrodita llego el turno del material nuevo. Hay muy poca gente, Bujias para el dolor y 200 huesos y un collar de calaveras fueron la presentacion de credenciales. Si hay alguien a quien no le guste el Rock, esto les va a doler. advirtio el mano aunque no fuera para tanto, ya que con una reinvencion en forma de blues, Sacame de aqui siguio teniendo ese gusto cabaretero de disco anteriores. Aunque el sonido no era el perfecto al que nos tiene acostumbrados y es que El Huracan Ambulante era un conjunto enorme, los asistentes estaban ya entregados. Siguio mezclando temas de diferentes epocas, Porque las cosas cambian, El extranjero, Desmejorado como guino a Bushido, Que no sea todo mentira y asi hasta volver a dar otro empujon con Infinito en clave de RnB. El hombre delgado. sono mas potente que en el disco y la frenetica Si, quizas uno de los momentos algidos del show, que lo fue por el buen hacer en la escenografia, unicamente penalizado por unas proyecciones que no casaban con el resto del ambiente creado. Cuando un artista ofrece ciento cincuenta minutos de espectaculo, todo el mundo da por sentado que habra un momento de relax, pero este suele darse a los tres cuartos de concierto. Aqui es donde Bunbury hizo su particular homenaje a Dylan aunque no fue musical esos guinos ya los hubo a Calamaro, a Loquillo, al rock de raices yankees.., sino mas bien a la actitud del de Minnesota. Y es que ataco la parte final haciendo lo que le dio la gana, incluso haciendo caso omiso, como el dijo, a los consejos de sus amigos. El rescate, Apuesta por el Rock nRoll, una desconocida Lady Blue parecian ese nexo hacia un final de traca, pero el rockero siguio su camino hacia la calma, que acabo por aburrir a parte del respetable, que aun y con esas, espero expectante a que el artista volviera al escenario. Pero el regreso trajo mas intimismo. Que tengas suertecita, Si no fuera por ti, El viento a favor y No me llames carino sonaron con garra y emocion, la gente las coreaba y disfrutaba, pero como ya mencione, tras mas de dos horas, hacia falta adrenalina y el discipulo del judio converso, siguio con su bajon con temas como Canto, Al final que debio poner el punto final, y con el colofon de El tiempo de las cerezas, que se hizo muy pesado. Pese a un final perezoso se puede decir que, hasta en el convencionalismo, Bunbury sigue su propio camino, sin hacer caso a tendencias, y llevando al directo sus mejores cualidades. Y aunque le de por hacer un Dylan, ahi tiene a sus fieles seguidores para seguirle por estos escenarios de Espana y el extranjero. Y que siga apostando por el Rock NRoll.

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