VOLBEAT – ICED EARTH

Un ciclón arrasó La Riviera el miércoles. Completamente impresionante lo que hicieron los daneses ante una sala al borde del éxtasis, que se despidió con la unanimidad de los felices.

Comenzó la velada con unos ICED EARTH fuera de lugar, porque exceptuando un par de decenas de seguidores en las primeras filas, poco tenían que rascar. No se trata de que ofrecieran un mal show, ni de que su repertorio no fuera bastante acertado, sino de que no era su público. Cuando vuelvan en enero, sin duda tendrán la oportunidad de resarcirse.

Con todo y con eso, el respetable reconoció su labor con un buen aplauso al final, pese a la frialdad con que había acogido la mayoría del set list, quizá exceptuando Watching over me y Dystopia, pero nada comparable al momento en que, durante Iced Earth, aparecía Michael Poulsen a echar una mano con su guitarra. Se veía ya que la gente estaba a favor, claramente a favor, de VOLBEAT.

En fin, que se largaron los teloneros tras haber intentado animar el cotarro y justo a la hora anunciada, las nueve y cuarto de la noche, empezaba el delirio ante Poulsen y compañía.

De principio a fin, un concierto impecable, con todos los ingredientes a favor de unos de los shows más completos que he visto últimamente: tienen  una colección de canciones con melodía repetible, llenas de o-o-o- y a-a-a para corear; tienen un estilo propio que, sin embargo, no resulta aburrido; son aún una banda joven y, desde luego, están en pleno ascenso; son enormemente simpáticos; hacen guiños constantes al público manteniendo la atención en todo momento…

No sé si se nota que salimos entusiasmados, pero por si acaso, lo repito: salimos entusiasmados. Un baño de Rock and Roll, desde su salida tras los compases del Born to raise hell de MOTORHEAD, hasta el final, con su Pool of Booze, Booze, Booza.

Abrieron fuego con Hallelujah Goat, que forma parte de uno de los discos más potentes de los últimos años, ese Guitar Gansters & Cadillac Blood que nutrió buena parte del show. Y desde aquí fue todo bien: el sonido, el público, la banda, los temas…  todo marchós obre ruedas. Incluso consiguieron lo que ICED EARTH no había logrado: el dichoso circle pit en el que se empeñan muchos grupos, cuando aquí somos más de pogo descontrolado y caótico.

Cabalgando a lomos del disco citado y de su nuevo Outlaw Gentlemen & Shady Ladies, (que a mí, personalmente, me parece un poco más moña), llevaron al público a ese reino suyo donde la melodía pegajosa y el guitarreo Trash con ecos de METALLICA se juntan en un todo que cobra sentido e incita a gritar estribillos y a saltar de alegría. Nada fácil en estos tiempos.

Tuvieron incluso tiempo para mostrar que son metaleros de una larga tradición, como si sobre ellos pendiera la típica acusación de la falta de autenticidad. Citaron grupos favoritos del pueblo, homenajearon al gran DIO con unos acordes de Holy Diver, a MAIDEN y, en un guiño tan demagógico como efectivo, le pidieron la camiseta a uno de las primeras filas. Una camiseta de JUDAS que sirvió como excusa para atacar el Breaking the law, ante el entusiasmo general.

Todo esto, más la verborrea de Poulsen, es una anécdota en un concierto que de cabo a rabo salió prácticamente perfecto. Ahora que es posible que hayamos dejado de buscar herederos a un trono del rock que ni siquiera existe, bandas como VOLBEAT nos devuelven una versión de lo que puede ser un grupo de rock duro efectivo: confianza, buenos temas y una actitud definida (en este caso, la del inmenso buen rollo). Puede ser que fingieran, pero me pareció ver verdadera emoción al despedirse, ante la alegría compartida de una Riviera prácticamente llena. Alegrías de un miércoles por la noche.

SET LIST

Hallelujah Goat
Guitar Gangsters & Cadillac Blood
Radio Girl
The Nameless One
Sad Man’s Tongue
Lola Montez
Heaven nor Hell
16 Dollars
Dead but Rising
Fallen
The Mirror and the Ripper
Pearl Hart
Maybellene I Hofteholder
The Hangman’s Body Count
Still Counting
—-
Caroline Leaving
Doc Holliday
Pool of Booze, Booze, Booza