ULI JON ROTH + THE STINGERS

Tras enterarme a última hora y casi de rebote, del rapidísimo y sorpresivo cierre de la sala Caracol, me dediqué unos minutos a avisar a todos los conocidos que sabía que iban al concierto de Uli Jon Roth, del cambio de sala.

Y por fin llegó mi oportunidad de conocer la sal Shôko, donde últimamente se vienen celebrando conciertos.

Mi primera impresión al entrar en la sala, fue bastante buena. De comodidad, amplitud, buen escenario y buena decoración. Y tras ver el concierto, y pese al cariño que le sigo profesando a la Caracol, debo decir que creo que salimos ganando con el cambio, porque el sonido de la Shôko, fue absolutamente brillante. La única pega que le pongo de momento a la sala, es que si van a dedicarse de lleno a actividades de conciertos, les haría falta un poco más de luces en el escenario. Pero por todo lo demás, fue casi perfecto.

Era una noche especial de Scorpions. Así que los encargados de abrir la noche, fueron los sevillanos The Stingers, banda tributo a los míticos germanos. Ya me habían hablado maravillas de esta banda. Pero lo que vi sobre el escenario, me sorprendió igualmente y para bien. El grupo no solo suena exactamente igual que Scorpions. Sino que llevan además un grandísimo trabajo de puesta en escena, copiando los vestuarios, las poses, los movimientos y hasta el más mínimo detalle del grupo.

Si cerrabas los ojos y te dicen que estás escuchando al verdadero Kaus Meine, te lo creerías, porque la voz del vocalista de Stingers, suena exactamente igual. Y los dos guitarristas se han metido tanto en los papeles de Rudolf y Matthias, que se mueven exactamente igual que ellos. Se nota que The Stingers son verdaderos amantes de los originales, y que se han tragado horas y horas de videos y de ensayo. Sonaron entre otros verdaderos himnos como “Rythym of love”, Big city nights”, Rock you like a hurricane”, y un largo etcétera. Y en la segunda parte del concierto, contaron con un tercer guitarrista invitado, sonando el grupo con mucho más cuerpo.

Una magnífica actuación la suya, en la que en poco más de media hora, se repasaron los temas más emblemáticos de Scorpions, seleccionando un repertorio cañero y con mucha marcha, ya que contaban con poco tiempo de actuación. Me hubiese encantado que su concierto durara hora y media, y cuando acabaron pensé, que le habían puesto el listón muy alto a Uli Jon Roth.

Pero en cuanto la banda de Uli se subió al escenario, ya me di cuenta de que por muy alto que les pusieran el listón, lo iban a sobrepasar de calle. Aún varios días después pienso en el concierto que vi, y alucino de la impecable calidad musical que vivimos los que asistimos al evento.

Un sonido maravilloso, una elegancia alucinante en cuanto a calidad musical y maneras de tocar y una banda que me dejó realmente sorprendido. A Uli le acompañaban un teclista, un bajista, dos guitarristas, un batería y un cantante y eran a cual mejor en sus respectivos instrumentos. La banda estaba formada por Ali Clinton y Niklas Turmann a las guitarras, Ule W. Ritgen al bajo, Corvin Bahn a los teclados, Jamie Little a la batería y un vocalista que no he sido capaz de localizar ni ubicar. Pero que hizo un papel espectacular. El cantante era bajito, parco en movimientos y algo soso en el escenario la verdad. Pero cada vez que abría la boca, era para llenar con sus registros altísimos y agudos la sala entera. Y según iba avanzando el concierto, el tío iba ganando en potencia, en registros y en calidad. Realmente genial como cantó este hombre.

El resto de los músicos tampoco se quedaron cortos. Y tanto el propio Jon Roth como los otros dos guitarristas, se marcaron unos solo increíbles. Había momentos en que en las canciones había tres punteos rapidísimos a la vez y de una calidad insuperable. Con la guitarra de Ali, casi siempre afinada en un tono un poco más grave, la de Niklas más aguda y siempre sobresaliendo por encima de todas la de Uli que estuvo soberbio.

Los teclados estaban presentes, pero en su justa medida, casi siempre intuyéndose más que destacando. El bajista súper preciso y el batería tocando de maravilla y de una manera muy original, con los brazos casi siempre por debajo del pecho, sin apenas alardes de ninguna clase. Una peculiar manera de aporrear la batería, que parecía incluso delicada.

Uli Jon Roth con su aplomo característico, pegó un buen repaso a los cinco primeros discos de Scorpions, la etapa quizá más desconocida y setentera del grupo, y rematando con un par de versiones de Jimmy Hendrix. Fue un concierto de altísimo nivel musical y con unos grandísimos músicos sobre el escenario. Sublime y espectacular lección de todos los instrumentos.

Quizá el final quedó un poco raro, ya que en las dos últimas versiones, el que cantó fue Uli (Que ya había cantado alguna canción más durante el concierto), y el vocalista estaba fuera del escenario asomando de cuando en cuando tras las cortinas. Y ni siquiera salieron luego a saludar, con lo que quedó algo deslucido el final. Pero por lo demás, un espectáculo perfecto en todos los sentidos.